La española conquista el mercado ferroviario ruso, uno de los mayores del mundo y donde ha vendido varios trenes que permitirán acortar los tiempos de viaje sin invertir en vías de alta velocidad.
Talgo ha inaugurado una oficina en Moscú que servirá de punto de partida para desarrollar un tren moderno con las últimas prestaciones en el mercado ruso. El acuerdo se produce después de catorce años de conversaciones y colaboración entre ambos países.
En 2011, Talgo firmó con Ferrocarriles de Rusia un contrato para el suministro de siete trenes de largo recorrido que cubrirán trayectos internacionales, concretamente tres entre Moscú y Berlín, cambiando el ancho de vía en la localidad bielorrusa de Brest, fronteriza con Polonia, y otros cuatro realizarán la conexión entre Moscú y Kiev, la capital de Ucrania.
Se espera que las operaciones en la ruta Moscú-Kiev comiencen dentro de un año, y que el proyecto Moscú-Berlín se inicie en 2015.
Estas líneas no son de alta velocidad. Se puede decir que son líneas de altas prestaciones, ya que gracias a la tecnología de Talgo se van a poder reducir los tiempos de viaje sin gastar en infraestructura.
Talgo también está presente en Kazajstán desde 2003, con trenes entre la antigua capital de esa república ex-soviética, Alma Atá, y la actual, Astaná, que han permitido reducir en un 40 % el tiempo de viaje: de 21 a 13 horas.
En 2009 Talgo realizó una venta de trenes de alta velocidad a Uzbekistán, otra antigua república soviética de Asia Central.
