Tecnología de Crisa para los ‘ojos’ del satélite Gaia

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La empresa española Crisa, perteneciente a Astrium, ha desarrollado la electrónica que gestiona el gigantesco plano focal del satélite Gaia, la misión estrella de la Agencia Espacial Europea (ESA).

La misión del satélite Gaia (que fue lanzado con éxito la semana pasada desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa) es confeccionar un mapa sin precedentes de nuestra galaxia. Durante cinco años, el satélite realizará unas 70 observaciones de un censo espectacular de mil millones de estrellas. Estas observaciones repetidas en el tiempo permitirán producir un mapa dinámico y tridimensional, con información sobre la masa, la velocidad y el brillo de estos cuerpos celestes. Gaia no solo fotografiará la Vía Láctea, si no que permitirá a los astrónomos estudiar el origen y la evolución de nuestra galaxia.

Con este fin, el satélite cuenta con dos telescopios y una cámara de fotos con un plano focal de un gigapíxel de resolución. La resolución de Gaia es tal que, figuradamente, desde la Tierra, podría llegar a medir el pulgar de un astronauta situado sobre la Luna.

Es la mayor cámara digital construida para una misión espacial hasta la fecha y además, cuenta con tecnología española.

La electrónica desarrollada por Crisa se divide en 106 módulos electrónicos, uno por cada sensor óptico. Estos equipos confeccionan lo que se denomina ‘electrónica de proximidad’, que se encarga del secuenciado, polarización, acondicionamiento, digitalización y transmisión de la imagen captada por cada sensor. Los sensores son tipo CCD (dispositivo de carga acoplada), una versión avanzada del sensor que usan las cámaras digitales convencionales. La tecnología de Crisa permite realizar una lectura selectiva de los pixeles para enviar sólo la información relativa a las estrellas de interés (una de cada diez, aproximadamente).

La Universitat de Barcelona (UB) tiene un peso clave en el análisis de la gran cantidad de datos que Gaia suministrará durante sus cinco años de operación. Además, algunos de los elementos críticos del satélite como el enorme parasol de 10 metros de diámetro que evita que el satélite se caliente por el sol, son también de fabricación española. Sener es el contratista del parasol; Nuter es el suministrador de componentes de alta precisión, y CTA ha realizado los ensayos de vibración del parasol.