Los creativos publicitarios tienen siempre la duda si gustará el anuncio o si los consumidores recordarán una marca determinada. Una empresa española, Sociograph, bucea en las emociones que genera la publicidad para sacarlas a la luz.
La respuesta a la hora de saber si una publicidad se queda o no en la memoria del público está en los dedos, los mismos con los que pasa las páginas y se cliquea o se cambia de canal en los anuncios. Ahí anidan las emociones ocultas. Y una empresa española, Sociograph Neuromarketing, bucea en ellas para sacarlas a la luz.
Esta técnica se denomina neuromarketing. Con ella, se llega al nivel subconsciente, a descifrar lo que se siente y que no se verbaliza.
Por ejemplo, la técnica se prueba en dos grupos: uno, formado por personas que ven un spot con un tipo de música, y el otro grupo, con una música diferente. Ambos se conectan un dispositivo en la muñeca y los dedos, ya que es la parte del cuerpo donde hay menos ruido, y donde el dato es más fiable. Se proyectan los anuncios y se registra la actividad eléctrica de la piel y con ello se mide la reacción objetiva del grupo.
Los datos se recogen en tiempo real en un ordenador. Y aquí se van a analizando las emociones que producen una y otra música en el receptor.
Esta técnica aporta seguridad al anunciante ya que le permite saber cómo reacciona el público; además, se puede dar recomendaciones o modificaciones sobre la publicidad, situar la marca en el momento de mayor atención para lograr ser más eficaz, acortar segundos de un anuncio que se demuestran intrascendentes…,etc.
Las correcciones se pueden hacer antes de que la campaña vea la luz, con el consiguiente ahorro de dinero y trabajo.
