El proyecto demuestra que el uso del CO2 de centrales de ciclo combinado puede sustituir a los productos químicos clorados destinados a eliminar la suciedad generada por los moluscos (‘macrofouling’) en el sistema de refrigeración de centrales energéticas.
La Comisión Europea ha aprobado la financiación del proyecto LIFE+ de Iberdrola Generación, denominado Co2formare. Con él, se pretende demostrar que el uso del CO2 proveniente de las centrales de ciclo combinado puede ser un sustituto eficiente de los productos químicos clorados empleados actualmente para el control del macrofouling. En el proyecto participan otros seis socios españoles: Iberdrola Ingeniería, el Clúster de la Energía de la Comunidad Valenciana, Idesa Fabrication, el Centro Tecnológico del Agua (CETaqua), Nalco Española y la Compañía de Tratamiento de Aguas OX-CTA.
El macrofouling es el ensuciamiento de los sistemas de refrigeración de centrales energéticas causado por moluscos como los mejillones o similares. Las larvas de dichos organismos se fijan sobre estas estructuras de hierro o acero y causan la obstrucción de los sistemas, por lo que impiden la circulación del agua necesaria para el correcto funcionamiento de las instalaciones.
El proyecto Co2formare conseguiría no solo eliminar el uso de compuestos clorados, sino que el CO2 de los gases de combustión que los sustituiría dejaría de ser emitido a la atmósfera. También contempla el desarrollo de equipos automáticos de detección de la presencia larvaria y la mejora de los sistemas de almacenamiento y disolución del CO2 en el agua.
El proyecto se va a desarrollar en la central de ciclo combinado de Castellón (ciudad al este de España), donde se comprobará el efecto del CO2 como inhibidor del macrofouling con el fin de aplicar los resultados obtenidos en el resto del parque térmico de generación en Europa.
