Primer sistema de inspección óptica para centrales termosolares

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La española TSK ha diseñado el primer sistema óptico para detectar los posibles defectos de fabricación de los colectores cilindro-parabólicos en plantas termosolares. El sistema mejora la precisión respecto a soluciones convencionales.

La tecnología de colectores cilindro-parabólicos (CCP) es la más extendida de las cuatro existentes en la actualidad para explotar la energía termosolar. Se trata de un tipo de aprovechamiento cuyo primer paso consiste en concentrar los rayos del sol mediante una línea de espejos curvos en un tubo absorbente. En su interior, circula un fluido que posteriormente transportará el calor al lugar de almacenamiento o conversión en energía eléctrica.

Mejorar el control de la geometría y posibles defectos en los espejos reflectores es un punto clave para aumentar la eficiencia de los colectores cilindro-parabólicos y de las centrales que los albergan.

TSK ha conseguido crear el primer sistema óptico extensivo que detecta los posibles defectos de fabricación y posición de estos colectores. Los métodos que hoy se utilizan requieren mucho tiempo, y suelen testar sólo el 4% o 5% de los colectores de una central, lo que deja cierto margen a la incertidumbre.

El sistema desarrollado por TSK se basa en el propio funcionamiento de los concentradores solares, pero al revés. Se coloca un láser móvil en el punto donde se sitúa el tubo conductor del fluido caloportador, y desde ahí se lanza un rayo hacia el espejo, que se proyecta hacia el techo.

Un sistema de visión capta las imágenes de la proyección sobre la plantilla, y a continuación son analizadas con un software que determina las deformaciones de la parábola. Con ello se logra un tiempo de inspección inferior a un minuto para cada colector, con lo que se puede controlar el 100% de la producción, y por tanto garantizar el estado óptimo de los colectores que salen del taller.