La firma española es una de las pocas que se dedican en el mundo a la fabricación de grafeno. Colabora con el centro tecnológico IK4-Tekniker en el desarrollo de un sistema que logre automatizar la producción de este material.
La producción de láminas de grafeno presenta algunas dificultades, dadas las características nanométricas del material. Por eso Graphenea, empresa basada en CIC nanoGUNE y una de las pocas firmas en todo el mundo que se dedica a la fabricación de este material, ha acudido al centro tecnológico IK4-TEKNIKER para trabajar en el diseño de un proceso de producción más automatizado, escalable y fiable.
Las láminas de grafeno suelen producirse por medio de una tecnología llamada CVD, es decir, deposición química a partir de la fase de vapor. El grafeno se deposita sobre una placa de cobre cuando se disipa el vapor en el que se transporta. Uno de los problemas que estaba experimentando la compañía era que los procesos producción necesitaban de mucha intervención manual.
Para paliar el problema, la unidad de diseño, fabricación y montaje del centro tecnológico y Graphenea han diseñado conjuntamente un sistema para transferir el grafeno de una lámina de cobre a una lámina de silicio, un material clave en la industria electrónica. Por medio de diversos baños químicos que disuelven el cobre y permiten depositar el producto sobre el silicio.
El grafeno es quizá el material en el que la industria mundial ha puesto mayores esperanzas a causa de sus inmensas posibilidades de aplicación y sus numerosas propiedades físicas. Se trata de carbono puro dispuesto en una lámina de un solo átomo de espesor. Es flexible, 200 veces más fuerte que el acero y cinco veces más ligero.
